miércoles, 13 de marzo de 2019

Complejo arqueológico Cruz de Botija: Antecedentes

Zona de ingreso al complejo arqueológico Cruz de Botija
Zona de ingreso arqueológica Cruz de Botija
Vista de la parte central del complejo arqueológico Cruz de Botija.

El Complejo
Se localiza hacia el sur este de la ciudad de Ascope. Se llega a través de una trocha carrozable que conduce hasta el sector del monumento prehispánico. De acuerdo a la información preliminar se puede decir que este sitio corresponde al período Formativo Superior (Cupisnique) dentro de la cronología de John Rowe (800-200 a.C.). Este sitio arqueológico conocido como Cruz de Botija es un edificio de hace 2.800 años. Este edificio prehispánico,  presenta fachadas orientadas al este y oeste, ligeramente escalonadas de gran altura, observadas con mayor claridad en el frente oeste que da a la carretera carrozable que colinda con el canal de Ascope. En este frente, al interior de algunos pozos de huaquero, hace algunos años se observaban muros enlucidos pintados de color amarillo y picos que corresponden a niveles arquitectónicos superpuestos.

Por las características actuales de conservación de este edificio, con casi 3.000 años de antigüedad, es difícil, por ahora, establecer su forma arquitectónica y sus espacios ceremoniales en la cima y en los frentes exteriores; no se sabe aún por donde se localiza el acceso principal al interior del edificio. Sobre la base de una mirada superficial o satelital, no hay presencia de estructuras arquitectónicas conservadas, salvo la parte superior de toda la estructura arquitectónica que permite establecer la presencia de mayores elementos arquitectónicos diagnósticos.

Las evidencias materiales descritas anteriormente, se distribuyen en un área aproximadamente de 9.000 , y colinda con terrenos agrícolas de utilidad doméstica e industrial.
A la derecha la capillita de la antigua Cruz de Botija

Capillita de la Cruz de Botija. En la parte inferior, los recipientes de arcilla
cuya forma es de botija

Botija sobre una roca

Antecedentes
La construcción ha sido estructurada con bloques constructivos de adobes troncocónicos, técnica propia de la época Cupisnique en toda la costa norte del Perú (Larco, 2001). El estudio preliminar del edificio es importante por cuanto es posible que, de acuerdo a la tipología de los adobes sea contemporánea al montículo Cupisnique ubicado en el complejo arqueológico El Brujo (Bird y Hyslop 1985; Campbell 2000; Dillehay et al., 2017).

La evidencia más antigua de murales pintados para el valle de Chicama fueron encontrados por el arqueólogo alemán Ubbelohde-Doering en la huaca Sorcape, cerca de Casa Grande, al interior de un escrito ceremonial, quien señala que se tratan de motivos pintados en color blanco en bajo relieve de: "Imponentes seres pisciformes cerca de 2 m de largo, en aparente posición dorsal. Las cabezas con grandes ojos circulares dirigidos hacia arriba" (Ubbelohde-Doering 1960:181; Hecker y Hecker 1994: 208-213).

Otra evidencia de relieves polícromos del periodo Cupisnique no reportados científicamente, proviene de una destrucción hecha en una pequeña huaca de un sector desconocido del distrito de Casa Grande, donde aparecen motivos poco perceptibles en una columna construida con adobes cónicos (Kosok, 1965:109).

En el sitio arqueológico Cruz de Botija, se estima que debe haber una superposición de varias edificaciones superpuestas correspondientes a varios niveles arquitectónicos, los mismos que fueron habilitados recurrentemente en un mismo espacio físico.
Desafortunadamente, de acuerdo a las evidencias observadas en superficie, al parecer, se podría suponer que fue objeto de un desmontaje progresivo de la arquitectura en la etapa post abandono, realizado dentro de los períodos culturales de Salinar, Gallinazo y Moche, por lo cual, las estructuras mejor conservadas de estos espacios pertenecen a los edificios más tempranos del conjunto arquitectónico  como ocurre para otros edificios del valle Chicama. Asimismo, se ha observado superficialmente evidencias del período Cupisnique y un cementerio Post Mochica sobre la cima del edificio temprano. Sin embargo, las estructuras de piedra enlucidas con barro que se observan en la cima del monumento podrían pertenecer a la época Gallinazo en su segundo período (100 aC-150 dC) que estaría acorde a los resultados que se obtuvieron durante las excavaciones del centro cívico ceremonial de Mocollope ubicado en el distrito de Chocope, Provincia de Ascope (Franco, 2016).

Conociendo la escala estratigráfica del valle Chicama en su conjunto, podemos indicar que Cruz de Botija debe tener una continuidad ocupacional a partir del período Formativo Superior (800 aC) al que hay que incorporarle  posteriormente la presencia  Gallinazo (100 aC-150 dC) y la ocupación Mochica (200 dC-850 dC) (Gálvez y Briceño, 2001).

Los estudios pioneros de Rafael Larco Hoyle (1948;2001) en distintos sitios del valle de Chicama y la prospección e inventario realizada en los sitios arqueológicos de la zona arqueológica de Cupisnique y margen derecha del valle Chicama (Chauchat et al., 1998), permitirán extrapolar datos acerca de la ocupación Cupisnique en el valle de Chicama y la importancia del sitio arqueológico de Cruz de Botija como un lugar político religioso cuyos ocupantes, al parecer, controlaban el poder sobre todas las comunidades del valle medio y superior del valle de Chicama. Asimismo, desde este tiempo, esta ruta sirvió, sin duda alguna, como un corredor indispensable para llevar y traer productos cordilleranos y amazónicos.


Moisés Tufinio Culquichicón
Arqueólogo Cosultor


Fuente:

  • Perfil para la elaboración del proyecto de recuperación del sitio arqueológico de Cruz de Botija como centro de desarrollo cultural para la comunidad y propuesta de investigación arqueológica, conservación, acondicionamiento para el uso social y desarrollo comunitario. Provincia de Ascope, departamento de La Libertad. Marzo 2019.
  • Oficina de Turismo-Municipalidad Provincial de Ascope.
  • Fotos: Victor Miguel Nüñez Bartolo.

viernes, 8 de marzo de 2019

El complejo Arqueológico La Laguna de San Bartolo

Lleva el nombre precisamente por destacar la laguna San Bartolo. La laguna ubicada a más de 3 km de Ascope y a 45 minutos a pie, se forma gracias al desemboque de las aguas que riegan los campos de cultivo aledaños. Suele presentar mayor porcentaje de agua en los meses de enero a abril, según las lluvias en la sierra liberteña.

Laguna San Bartolo. Vista desde el cerro Alto de la Pichona
A pesar de que su formación no es natural, ha formado un pequeño ecosistema poblado de muchas aves, entre ellas garzas, patos silvestres, entre otros; asimismo, existen algarrobales que actualmente están siendo cortados por los pobladores de la localidad para su uso cotidiano. Otro de los árboles que destaca es el molle, incluso se nota en un sector que este árbol ha sido transplantado para demarcar alguna hectárea pues existen agricultores que usan sus suelos para sus plantaciones como es el de la caña de azúcar. Además en sus orillas se observan renacuajos y sapos. La laguna también está acompañada de varios monumentos arqueológicos y se presume también que la aparición de esas evidencias humanas es debido a que cumplió un rol muy importante en la época preinca para sustento de la agricultura.

En fenómeno el Niño Costero de 2017; los campesinos cuyos cultivos estuvieron en el noreste, lo perdieron todo, pues la laguna tomó su extensión original. Se habla científicamente que esta laguna artificial en realidad fue en el pasado un extenso reservorio, entendiéndose que servía para ser usada sus aguas en los riegos.

Veamos ahora con mejor detenimiento las importantes evidencias prehispánicas de todo el complejo. Entre ellas destacan:

  1. Infraestructura hidráulica: Acueducto de Ascope o de la Pichona.EL acueducto fue culminado en la época chimú (siglos IX a XV d.C.) y se ubica entre los cerros San Bartolo y Alto de La Pichona a lo largo de una depresión de 1300 m de longitud. La estructura es de tierra apisonada y piedras y mide 70 m de ancho en la base; 6 m en la cima y alcanza una altura promedio de 20 m. Desde la época chimú en los fenómenos de El Niño, el acueducto contenía el agua proveniente de la quebrada La Camotera permitiendo su uso para cultivos temporales.

    Camino que suele hacerse a pie sobre el área del mismo acueducto.
    Abajo en vehículos motorizados menores.

    Bajando desde el acuedcto de La Pichona

    Vista de la laguna desde lo alto del acueducto de La Pichona


    Zapote, una planta natural que emergió en medio del acuedcto Alto de la Pichona.
    El acueducto Alto de La Pichona,
    visto desde el cerro del mismo nombre.


  2. Sitios rupestres, cementerios y sectores habitacionales: los cerros San Bartolo y Alto La Pichona que constituyen el inicio y final del acueducto, presentan petroglifos, cementerios y pequeñas estructuras habitacionales.
    Al fondo el cerro San Bartolo donde nace el acueducto.
  3. Huaca San Bartolo: A 200 m del cerro San Bartolo. Se ubica un edificio ceremonial de 70 x 40 m.
  4. Cerro El Sapo: Es un extenso poblado chimú que ocupa el cerro del mismo nombre y se asocia a una de las áreas agrícolas más extensas de la margen derecha del valle Chicama. Por el lado de este cerro cruza el acueducto La Pichona.
  5. Campos de cultivo, integrados a un paisaje natural como la laguna de San Bartolo, flora nativa, fauna nativa, elevaciones y pampas.
    Sapos en la laguna
Esta integración del paisaje natural y cultural hacen del Complejo La Laguna un sitio patrimonial de primer  orden y con gran perspectiva para le desarrollo en el campo del turismo.

Importancia cultural y socio-económica
  • El complejo La Laguna es un bien cultural único, es testimonio de importantes logros tecnológicos prehispánicos a los largo del tiempo. Sus valores y contenido requieren ser registrados y preservados como parte del proceso de desarrollo turístico para fortalecer la identidad cultural local y provincial.
  • El bien patrimonial se encuentra en riesgo de conservación, por lo cual cada uno de sus componentes debe ser identificado plenamente, ubicado y registrado. Además, a partir de esta información se puede proponer los criterios básicos para su delimitación.
  • El complejo La Laguna, como recurso turístico, representa la principal opción para plantear un programa de desarrollo turístico que tenga como eje al complejo, por cuanto permite el desarrollo del turismo cultural, de naturaleza y el turismo místico, por todo lo cual debería atraer la inversión pública y privada.
  • El bien patrimonial podrá ser articulado a atractivos consolidados, como el Complejo Arqueológico El Brujo y por consiguiente la Ruta Moche; asimismo podría ser vinculado a un circuito turístico interdistrital (Casa Grande-Chocope), con el consiguiente impacto positivo en la ciudad de Ascope y las poblaciones involucradas lo que generará un impacto socio-económico efectivo en el campo turismo.
Vista noreste de la laguna que está seca
pero que es usada para cultivos

Uno de los hitos en la cima del cerro Alto de La Pichona.
¿Se interpreta como "Reserva Paisajística"?

Vista noreste de la laguna que está seca
pero que es usada para cultivos. Al fondo el apu Cuculicote

La laguna San Bartolo, vista desde el cerro Alto de la Pichona

Fuentes:
  • Archivo El complejo arqueológico La Laguna:  Valores y perspectivas. De María Andrea Runcio
  • Proyecto de desarrollo turístico para el distrito de Ascope. Proyecto concertado. 2013-2014. De UNETUR.
  • Oficina de Turismo-MPA.
  • Fotos: Miguel Núñez Bartolo.